De acuerdo con un reciente articulo de la Associated Press, Miami esta posicionada en último lugar en una encuesta que evalúa el voluntariado en 50 ciudades. Como mínimo comentario, para una idealista como yo, esta noticia es deprimente. Yo creo firmemente en el concepto del ilimitado potencial humano y la fortaleza de la comunidad, pero en último caso, no son mis creencias lo que cuenta.

La tasa que representa el voluntariado en la ciudad de Miami (14.5% ) se reservó para si misma el fondo del barril de la filantropía, desplazando a Las Vegas ( Si la ciudad del pecado). El articulo cita algunas posibles influencias para este resultado:

El porcentaje de pobreza en Miami y los lapsos promedios para trasladarse de un lugar a otro son un poco mas altos que los del promedio nacional, mientras que otros posibles factores afectando el voluntariado – tales como la posesión de vivienda y el nivel educativo – son un poco mas bajos que los del promedio nacional. (http://news.yahoo.com/s/ap/20080727/ap_on_re_us/volunteering).

Anteriormente he escuchado estos argumentos, pero tengo que preguntarme si estas son las causas o los efectos. ¿Se ha convertido Miami en la Ciudad de “sálvese quien pueda”? ¿Hemos perdido nuestro sentido de comunidad? Solo el año pasado, un informe de los EEUU reportaba a Miami como numero 1 en agresividad al manejar, citando:

La causa mas frecuente citada en una encuesta para la presencia de rudeza en las vías fue, la impaciencia de los conductores. (http://www.usatoday.com/news/nation/2007-05-15-rude-drivers_N.htm)

¿Nos hemos olvidado de que estamos todos conectados en un ecosistema social? La rudeza en las vías es un buen ejemplo. ¿Con cuanta frecuencia ha visto usted a algún colega conductor peleándose por unos pocos metros de ventaja en la vía? ¿Cuántos minutos de tiempo ganaron realmente? ¿Cuándo fue la última vez que un conductor agresivo le arruino una travesía que ha debido ser libre de stress? A menos que usted sea un maestro Zen, yo estoy seguro que usted de igual manera pasó ese stress a otra persona.

Por supuesto que también hay conductores amables allí afuera. Conductores que le permiten incorporarse al tráfico, le ceden el paso en las señales de “Pare”, reducen la velocidad cuando ponemos una señal para cruzar – lo que me parece realmente muy raro. Tal vez estos conductores corteses sea el mismo 14.5% de la población que hace trabajo comunitario voluntario.

Si, la rudeza es contagiosa (vea con que rapidez un cliente reacciona a un cajero descortés), pero no piense que esto es la mayor amenaza a nuestro sentido de comunidad. Yo pienso que la mayor amenaza es la dualidad. Con cuanta frecuencia usted ha oído la frase “Es que a la gente no le importa” o “Es que estoy demasiado ocupado” ¿Cuantas veces lo ha dicho usted mismo? ¿Es que acaso hemos aceptado la perdida de los valores como comunidad?

En este caso, lo que yo crea realmente no es importante. Puede que crea que cada individuo tiene el potencial de cambiar el mundo, pero si esos individuos no lo creen, eso no hará la diferencia – esos individuos no harán la diferencia.